Desde hace cientos de años, Atitlán ha sido testigo del paso de Artistas nacionales y extranjeros. Músicos, Pintores, Diseñadores, Escritores y Revolucionarios han transitado alguna vez por las calles y callejones de las poblaciones que rodean la cuenca del lago.
Destino turístico por excelencia, el lago de Atitlán se ubica en el departamento de Sololá, en el occidente guatemalteco. Por su belleza indiscutible Tzulunyá, como se le conoce en lengua Zutujil, ha sido inspiración para la creación del arte y las ideas y ha sido testigo del paso de grandes creadores.
Aldous Huxley es citado frecuentemente por haber dicho que Atitlán es el lago más bello del mundo. También se dice que Cerro de Oro, visto desde el Panajachel, es la inspiración de la forma de la boa que traga un elefante en el libro El Principito. Se sabe que incluso el Che Guevara estuvo hospedado en la casa Cackchiquel y como mito del lago se cuenta que el poema de la canción The End, por The Doors, hace alusión directa a él. Erick Clapton, Robert Downey Jr., Manu Chao, The Edge de U2, Pavarotti, Sienna Miller, Ann Camerón y casi sin falta todos los artistas nacionales han sido agogidos alguna vez en sus pueblos.
En el área local, la creatividad no se queda atrás. Al dar un vistazo por sus calles y mercados locales es imposible no sorprenderse de la belleza de sus tejidos y de su variedad, ya que también se encuentran tejidos de lugares tan remotos como Todos Santos, Huehuetenango. Entre los tejidos locales sobresale la ropa de los pobladores de Santiago Atitlán, que con sus colores busca mimetizarse con el paisaje, en singular belleza.
Máscaras, mesas, cofres, esculturas de motivos religiosos o místicos se encuentran en la variedad de trabajos en madera. Artesanías de una estética bastante particular adornan y enriquecen la comodidad del hogar local y satisfacen las exigencias del visitante extranjero. San Pedro y Santiago sin lugar a dudas se encuentran entre los exponentes más brillantes de este arte y el de la pintura, en la cual San Juan participa orgullosamente con una selecta gama de talento.
Mucho del talento local ha pasado desapercibido y de algunos solo se conoce por el trabajo que han dejado como testimonio de su genialidad, como los dibujos de Jupa, que demuestran un estilo y una estética muy original en sus líneas. Este no es el caso de las pinturas de los cotizados Raúl Vásquez, Nan Cuz y Juan Sisay quienes ya son reconocidos artistas a nivel nacional e internacional.
Otros se van abriendo un espacio en el arte contemporáneo nacional como Benvenuto Chavajay, René Dionisio Chavajay quienes han realizado importantes pasos en la escena del arte guatemalteco y han dado algunos pasos para asegurar un espacio en el extranjero. En las filas de esta generación de artistas locales, también se encuentran el poeta Pedro Chavajay, y el fotógrafo Manuel Chavajay. Dato curioso, el apellido Chavajay está ligado indiscutiblemente al arte local.
Mario Monteforte, podría ser la síntesis del artista autoexiliado de la ciudad. Parte de su vida ha servido de inspiración a películas como “Donde acaban los caminos” en donde se retrata parte de su vida en San Pedro la Laguna. Carlos Cush lleva aproximadamente 15 años viviendo en Panajachel, haciendo música y formando a futuros artistas. Giovanni Pinzón, del conocido grupo de rock Bohemia Suburbana, ha tomado Panajachel como su base de operaciones desde hace algunos meses. Maurice Echeverria, escritor y periodista guatemalteco, Claudia Armas cantante, locutora de radio y presentadora de televisión, Guido Aguilar, músico y reconocido psicólogo, Eleazar Aguilar, Pablo Robledo, ambos cantautores y artistas multidisciplinarios, Arnoldo Ramírez Amaya, Igor Sarmientos, son algunos de los que han hecho de Panajachel su hogar.
El aporte del artista extranjero es indudable y es gracias al aspecto cosmopolita del lago se hace posible el intercambio cultural. Muchos artistas extranjeros han encontrado un hogar en Atitlán. Entre estos, las artistas plásticas Vivian Sutter, Quetzalcóatl, y los músicos Roberto Luz, Mike Mackguire, Dan Rial, Kevin Warner, Marcos Solo, Yoca (del grupo Susto), El Pampa y el cantante cubano Michel Peraza quién menciona el lago y Panajachel en algunas de las canciones de su disco “Sin Perder La Paz”.
El festival “Atitlán” que reúne doce horas seguidas de música internacional y nacional esta a cargo del músico colombiano-americano Roberto Luz y es una muestra del tipo de aportes que brinda la comunidad extranjera que reside en el Lago de Atitlán.
Descentralización de la cultura
Los esfuerzos de descentralización de la cultura se hacen perceptibles en San Marcos la laguna de la mano de Gabriela Cordón con el proyecto de arte para niños zutujiles y cachiqueles, La Cambalacha. También en en la aldea Jaibalito la filmación y edición de la película de Michael La Burt y las colecciones de arte reciclado de Waste Weaver con Nathalie Verwilghen. El recorrido desde “Luna llena en las milpas” a Roberto Luz y el festival de su iniciativa “Festival Atitlán” en Santiago. El festival Panarock en la primera mitad de los noventa, el Aleph Bar en la segunda seguidos por La Wachoch y desde hace un tiempo la primera edición del Festivalote de Panajachel, sin olvidar a las legendarias Casa del Pintor y La Galería.
Actualmente varios proyectos a lo ancho de la cuenca de Atitlán intentan involucrar a la población local como en el caso de Canal cultural, proyecto de Luis Yat y Rene Dionisio en San Lucas Tolimán. Lo mismo sucede con Chúmbala Cachúmbala, primera escuela de títeres en Centroamérica que tiene su sede en Panajachel a cargo de la guatemalteca Carolina Cifuentes y el italiano Paolo Iorio. Roberto Obregón también enseñando ecología a miles de niños y niñas con obras de títeres y libros de pintar.
Entre estas la Revista Ati desde hace dos años facilita la expresión y la opinión de algunos escritores y artistas locales, es la precursora de una serie de eventos culturales conocidos como los festivalitos en los cuales han participado artistas y comunicadores de diferentes géneros de la expresión. Muestras de cine, conciertos musicales, lecturas de poesía exposición de fotografía y plástica. Estos festivalitos han servido de motivación para la creación de la primera edición del Festivalote que se prepara en estos momentos para una continuación.
La escritora y periodista Lucia Escobar junto al artista y gestor cultural, Juan Miguel Arrivillaga y Rafael Olivares, un chileno idealista que se une a los esfuerzos, para sentar las bases, a importantes aportes culturales por medio de la revista Ati, Los Festivalitos y El Festivalote. Juan Miguel Arrivillaga, director de la revista opina que el lugar tiene muchísimo potencial para que en un futuro Panajachel sea considerada una meca cultural a nivel mesoamericano e internacional. También comenta que los esfuerzos del colectivo Ati se enfocan a crear un bienestar construido a base del patrocinio de la iniciativa privada, buscando apoyo en las empresas de conciencia socialmente responsable ya que al parecer el gobierno, específicamente hablando, el ministerio de cultura y el INGUAT han dejado en el olvido a este paradisiaco lugar.
En Panajachel, el gobierno local representado por la municipalidad ha tenido muy pocos créditos en cuanto a este desarrollo cultural aunque al parecer la actual gestión se está preocupando más por participar ya que saltan a la vista los múltiples beneficios que esto trae a la población.
Aunque el futuro no pinta con un color alentador algunos artistas opinan que, si hay participación de parte de la población y de los negocios locales, se podrá prescindir de la ayuda de un gobierno que ha dejado a estas poblaciones en orfandad. Un futuro donde se abrirán más escuelas de arte y facilidades para el desarrollo artístico añadiéndole más color, sonido y movimiento a la belleza de este lago tan singular, que abre sus puertas a las mentes creativas.
Destino turístico por excelencia, el lago de Atitlán se ubica en el departamento de Sololá, en el occidente guatemalteco. Por su belleza indiscutible Tzulunyá, como se le conoce en lengua Zutujil, ha sido inspiración para la creación del arte y las ideas y ha sido testigo del paso de grandes creadores.
Aldous Huxley es citado frecuentemente por haber dicho que Atitlán es el lago más bello del mundo. También se dice que Cerro de Oro, visto desde el Panajachel, es la inspiración de la forma de la boa que traga un elefante en el libro El Principito. Se sabe que incluso el Che Guevara estuvo hospedado en la casa Cackchiquel y como mito del lago se cuenta que el poema de la canción The End, por The Doors, hace alusión directa a él. Erick Clapton, Robert Downey Jr., Manu Chao, The Edge de U2, Pavarotti, Sienna Miller, Ann Camerón y casi sin falta todos los artistas nacionales han sido agogidos alguna vez en sus pueblos.
En el área local, la creatividad no se queda atrás. Al dar un vistazo por sus calles y mercados locales es imposible no sorprenderse de la belleza de sus tejidos y de su variedad, ya que también se encuentran tejidos de lugares tan remotos como Todos Santos, Huehuetenango. Entre los tejidos locales sobresale la ropa de los pobladores de Santiago Atitlán, que con sus colores busca mimetizarse con el paisaje, en singular belleza.
Máscaras, mesas, cofres, esculturas de motivos religiosos o místicos se encuentran en la variedad de trabajos en madera. Artesanías de una estética bastante particular adornan y enriquecen la comodidad del hogar local y satisfacen las exigencias del visitante extranjero. San Pedro y Santiago sin lugar a dudas se encuentran entre los exponentes más brillantes de este arte y el de la pintura, en la cual San Juan participa orgullosamente con una selecta gama de talento.
Mucho del talento local ha pasado desapercibido y de algunos solo se conoce por el trabajo que han dejado como testimonio de su genialidad, como los dibujos de Jupa, que demuestran un estilo y una estética muy original en sus líneas. Este no es el caso de las pinturas de los cotizados Raúl Vásquez, Nan Cuz y Juan Sisay quienes ya son reconocidos artistas a nivel nacional e internacional.
Otros se van abriendo un espacio en el arte contemporáneo nacional como Benvenuto Chavajay, René Dionisio Chavajay quienes han realizado importantes pasos en la escena del arte guatemalteco y han dado algunos pasos para asegurar un espacio en el extranjero. En las filas de esta generación de artistas locales, también se encuentran el poeta Pedro Chavajay, y el fotógrafo Manuel Chavajay. Dato curioso, el apellido Chavajay está ligado indiscutiblemente al arte local.
Mario Monteforte, podría ser la síntesis del artista autoexiliado de la ciudad. Parte de su vida ha servido de inspiración a películas como “Donde acaban los caminos” en donde se retrata parte de su vida en San Pedro la Laguna. Carlos Cush lleva aproximadamente 15 años viviendo en Panajachel, haciendo música y formando a futuros artistas. Giovanni Pinzón, del conocido grupo de rock Bohemia Suburbana, ha tomado Panajachel como su base de operaciones desde hace algunos meses. Maurice Echeverria, escritor y periodista guatemalteco, Claudia Armas cantante, locutora de radio y presentadora de televisión, Guido Aguilar, músico y reconocido psicólogo, Eleazar Aguilar, Pablo Robledo, ambos cantautores y artistas multidisciplinarios, Arnoldo Ramírez Amaya, Igor Sarmientos, son algunos de los que han hecho de Panajachel su hogar.
El aporte del artista extranjero es indudable y es gracias al aspecto cosmopolita del lago se hace posible el intercambio cultural. Muchos artistas extranjeros han encontrado un hogar en Atitlán. Entre estos, las artistas plásticas Vivian Sutter, Quetzalcóatl, y los músicos Roberto Luz, Mike Mackguire, Dan Rial, Kevin Warner, Marcos Solo, Yoca (del grupo Susto), El Pampa y el cantante cubano Michel Peraza quién menciona el lago y Panajachel en algunas de las canciones de su disco “Sin Perder La Paz”.
El festival “Atitlán” que reúne doce horas seguidas de música internacional y nacional esta a cargo del músico colombiano-americano Roberto Luz y es una muestra del tipo de aportes que brinda la comunidad extranjera que reside en el Lago de Atitlán.
Descentralización de la cultura
Los esfuerzos de descentralización de la cultura se hacen perceptibles en San Marcos la laguna de la mano de Gabriela Cordón con el proyecto de arte para niños zutujiles y cachiqueles, La Cambalacha. También en en la aldea Jaibalito la filmación y edición de la película de Michael La Burt y las colecciones de arte reciclado de Waste Weaver con Nathalie Verwilghen. El recorrido desde “Luna llena en las milpas” a Roberto Luz y el festival de su iniciativa “Festival Atitlán” en Santiago. El festival Panarock en la primera mitad de los noventa, el Aleph Bar en la segunda seguidos por La Wachoch y desde hace un tiempo la primera edición del Festivalote de Panajachel, sin olvidar a las legendarias Casa del Pintor y La Galería.
Actualmente varios proyectos a lo ancho de la cuenca de Atitlán intentan involucrar a la población local como en el caso de Canal cultural, proyecto de Luis Yat y Rene Dionisio en San Lucas Tolimán. Lo mismo sucede con Chúmbala Cachúmbala, primera escuela de títeres en Centroamérica que tiene su sede en Panajachel a cargo de la guatemalteca Carolina Cifuentes y el italiano Paolo Iorio. Roberto Obregón también enseñando ecología a miles de niños y niñas con obras de títeres y libros de pintar.
Entre estas la Revista Ati desde hace dos años facilita la expresión y la opinión de algunos escritores y artistas locales, es la precursora de una serie de eventos culturales conocidos como los festivalitos en los cuales han participado artistas y comunicadores de diferentes géneros de la expresión. Muestras de cine, conciertos musicales, lecturas de poesía exposición de fotografía y plástica. Estos festivalitos han servido de motivación para la creación de la primera edición del Festivalote que se prepara en estos momentos para una continuación.
La escritora y periodista Lucia Escobar junto al artista y gestor cultural, Juan Miguel Arrivillaga y Rafael Olivares, un chileno idealista que se une a los esfuerzos, para sentar las bases, a importantes aportes culturales por medio de la revista Ati, Los Festivalitos y El Festivalote. Juan Miguel Arrivillaga, director de la revista opina que el lugar tiene muchísimo potencial para que en un futuro Panajachel sea considerada una meca cultural a nivel mesoamericano e internacional. También comenta que los esfuerzos del colectivo Ati se enfocan a crear un bienestar construido a base del patrocinio de la iniciativa privada, buscando apoyo en las empresas de conciencia socialmente responsable ya que al parecer el gobierno, específicamente hablando, el ministerio de cultura y el INGUAT han dejado en el olvido a este paradisiaco lugar.
En Panajachel, el gobierno local representado por la municipalidad ha tenido muy pocos créditos en cuanto a este desarrollo cultural aunque al parecer la actual gestión se está preocupando más por participar ya que saltan a la vista los múltiples beneficios que esto trae a la población.
Aunque el futuro no pinta con un color alentador algunos artistas opinan que, si hay participación de parte de la población y de los negocios locales, se podrá prescindir de la ayuda de un gobierno que ha dejado a estas poblaciones en orfandad. Un futuro donde se abrirán más escuelas de arte y facilidades para el desarrollo artístico añadiéndole más color, sonido y movimiento a la belleza de este lago tan singular, que abre sus puertas a las mentes creativas.